Nutrición y ejercicio se unen para retrasar el proceso natural de envejecimiento. Mejoraremos la salud física y mental mediante cambios a nivel neurológico, psicológico, endocrino y metabólico. Todo ello para conseguir una mayor calidad de vida.

Cada año tenemos un poco menos de fuerza, resistencia, flexibilidad y capacidad de resistir la infección y los traumatismos.
Perdemos unos gramos de músculo (disminución de masa magra), disminuye nuestro rango de movimiento (disminución de movilidad articular), y unos pocos segundos de nuestros archivos personales(disminución de memoria). Este proceso se produce con mayor rapidez si no somos activos. Cuando hacemos ejercicio estamos obligando a nuestro organismo a un esfuerzo que envían un mensaje al cuerpo que la resistencia, los músculos y la flexibilidad son necesarios para la supervivencia. El cuerpo va a hacer lo que pueda para atender a esas demandas como un acto de auto-protección.
Con un programa de entrenamiento antiaging vamos a conseguir:
• Amentar la energía y resistencia física.
• Reducir la masa grasa y aumentar la masa muscular.
• Mejorar el tono de la piel.
• Prevención de enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas.
• Disminución de las posibilidades de sufrir osteoporosis.
• Fortalecer el sistema inmunológico.
• Mejorar la capacidad de controlar el estrés.
Todo esto lo podremos conseguir mediante la mezcla adecuada de ejercicio y alimentación, ajustada al nivel de condición física y a la edad.